- Saber comunicar al país los hechos
fundamentales y diferenciarlos de los triviales, es esencial para ejecutar las
grandes reformas.
- Las reformas fundamentales requieren,
además de la correcta comunicación, la disposición para mermar egos y vanidades,
y así ceder en las posiciones por el interés común.
Juan José
Arce Vargas
Periodista
Este 20 de abril el Salón de Expresidentes de la Asamblea
Legislativa reunió a los actores más importantes que impulsaron, hace 15 años,
la reforma de la Ley de Protección al Trabajador No. 7983: el expresidente de la
República, Miguel Ángel Rodríguez; Danilo Chaverrí, exministro de la
Presidencia; Carlos Vargas Pagán, expresidente de la Asamblea Legislativa, Ronulfo
Jiménez, excoordinador del equipo económico de la Administración Rodríguez-Echeverría,
Víctor Morales, exministro de Trabajo y Víctor Morales Zapata, expresidente de
la Asamblea de Trabajadores del Banco Popular y Desarrollo Comunal quienes con sus
criterios y opiniones en el foro develaron un caso de éxito de una reforma
social urgente y necesaria para el país.
PROBLEMA
Hace 15 años el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) sufría el riesgo de colapsar por los topes de cesantía, en ese momento eran pocos los pensionados, sin embargo la proyección para el 2050 era de cinco trabajadores activos por una persona retirada.
Medio millón de personas estaban fuera del sistema de pensiones,
y la mayoría estaba en condición de vulnerabilidad económica, por lo que era necesario
establecer el mecanismo para otorgar una pensión a las personas adultas mayores
que vivían en condición de pobreza, y no habían alcanzado las cuotas necesarias
para acceder a una pensión.
Así las cosas. Los actores de la reforma externaron criterios
que califico como retos, estrategias y logros de la comunicación, en la reforma
de la Ley de Protección al Trabajador.
RETOS DE LA COMUNICACIÓN
-Explicar
detalladamente el problema y la solución posible.
-Difundir
la importancia de la capitalización universal e individual en el Régimen de
Invalidez, Vejez y Muerte.
-Comunicar
el porqué era necesario mejorar los instrumentos de recaudación e inspección del sistema de la CCSS, no solo para la universalización de régimen con los
trabajadores independientes, si no para el sostenimiento en su sentido social
solidario más amplio.
-Comprender
el interés de los diversos grupos de poder para conciliar posiciones
ideológicas antagónicas de sectores sociales como el sindicalismo y el solidarismo.
-Comprender
el conflicto del Instituto Nacional de Seguros (INS), Instituto Nacional de
Aprendizaje (INA) y el Banco Popular -en ese momento- por el control de los
fondos de pensiones.
-Dimensionar
que el mayor enemigo de cualquier reforma es la falta de interés y apatía de
los grupos de poder – entre ellos la prensa- por discutir las políticas
públicas.
ESTRATEGIAS DE
COMUNICACIÓN
-Explicar
que la reforma no era una discusión tripartida entre trabajadores, gobierno y
empresarios, sino entre una diversidad de sectores sociales muy diversos y
heterogéneos, en la cual cada grupo requerían de múltiples acuerdos que
no se limitaban a la Asamblea Legislativa, sitio que ya, de por sí, tenía
suficientes egos y vanidades.
-Entender
las limitaciones de la reforma, que no se logrará en toda su extensión porque enfrentan
la imperfección del ser humano, por ello el cambio debe ser gradual e imparcial.
-Coordinar
el equilibrio de los intereses mediante la creación e imaginación del
instrumento costarricense por excelencia: el diálogo.
-Permear
las disposiciones con humildad y valentía para ceder posiciones.
-Rechazar
cualquier inmovilismo que atente contra la reforma.
-Comprometer
a los sectores al cambio.
Para ejecutar la estrategia se requirió de recursos para
desayunos, transporte, visitas, reuniones cara a cara y sobretodo se necesitó un
equipo multisectorial que empezará a dialogar. Ese trabajo, posteriormente, degeneró
en rigor de equipo con una comunicación coherente que ganó en credibilidad,
consenso y liderazgo.
Malinterpretado muchas veces, el diálogo social no es pérdida
de recursos y tiempo en reuniones, ya que los encuentros cara a cara se
traducen en la construcción de consensos para las grandes reformas, y es de ahí
que salen los primeros acuerdos para el texto del proyecto de ley.
La comunicación de la reforma de Ley de Protección al
Trabajador se ejerció por dos vías, una con el público masivo y los sectores
sociales y otra la comunicación del proyecto en la Asamblea Legislativa, por
medio de la Comisión Mixta cuyos diputados oficialistas tenían comunicación
diaria con el coordinador económico de Presidencia y comprendían los detalles
técnicos del proyecto, evitando cualquier conflicto en el Plenario y alteración
en la disciplina del voto.
La disciplina del consenso, también se mantuvo en el
Ejecutivo, ya que existe una idea errónea de que el Gobierno es uno. Sin
embargo, en la realidad, cada institución tiene una gran propensión a la
disgregación y de establecer feudos sus propios intereses.
En la reforma de la Ley de Protección al Trabajador, fue la
figura del presidente Miguel Ángel Rodríguez quien le correspondió amalgamar
los diversos intereses de las instituciones de Gobierno en pro del bien común
de esta gran reforma.
LOGROS DE LA
COMUNICACIÓN
-Logró manejar el discurso del interés común para la Concertación Nacional de diputados,
gobierno, asociaciones solidaristas, sindicatos, empresarios, agricultores,
mujeres, indígenas, universidades y demás grupos sociales.
-Logró explicar la idea de la urgencia de la creación del Fondo de
Capitalización Laboral y la importancia del ahorro del trabajador, con el
aporte patronal del 3% del salario del trabajador para forjar un mejor futuro
de la población.
-Logró crear conciencia en los trabajadores de la importancia del ahorro.
-Logró aprobar la Ley de Protección al Trabajador, considerada la reforma social
más importante de nuestro tiempo.
La esperanza es que este 1 mayo, Día de
Trabajador, recordemos que las grandes reformas que tanto requiere nuestro país
se logran con la correcta diferenciación de la comunicación entre lo simple, lo
importante y lo urgente, para establecer la hoja de ruta del consenso que
enseña la Historia, ese proceso entre luces y sombras previo a concretar el
espíritu de las leyes y las reformas sociales de nuestro tiempo.